Domingo 20 de Julio de 2014, día del esperado 2º. Circuito de Carreras a las 6.00 A.M. de la fresca mañana buscando dónde estacionarnos, encontrando a cientos de autos tempraneros ya estacionados y otros muchos en la misma búsqueda.
Desde un lejano lugar nos trasladamos a pie saludando y bromeando con cientos de entusiastas familias, todos enfundados con sus camisetas del evento, ¡buenos días! Por doquier, y ya ejercitándonos con paso veloz y saltarín.
Al llegar a las vallas de la pista avanzábamos con dificultad entre tanta gente, hacia lo más cerca de la meta de salida. De los altavoces oíamos bienvenidas, indicaciones de cuidados, protección y del necesario calentamiento.
Por fin con intervalos de minutos arrancamos los ansiosos corredores de los 10 km, los de 5 Km y de la caminata de 3 km. Donde nos esforzábamos otros miles de caminadores y su servidor Trobonito deseosos de hacer buena carrera…
Se llenó la pista en varias altitudes según la topografía del entorno, de miles de deportistas y corredores novatos, en más de 15,000 personas. Nunca imaginé ver lo que esto representa, ya que a la llegada pasaban los minutos y llegaban participantes en una afluencia que parecía no tener fin.
Nos recibían en la meta con bolsas de refrigerios y bebidas energéticas y nos ponían la ansiada medalla que lucíamos orgullosamente.
No cabe duda que esto representa eficientes preparativos como lo pude constatar personalmente, ya que en el gran tumulto me perdí y me sentí un poco asustado, y unos atentos colaboradores me llevaron hasta un lugar especial donde vocearon para que me rescataran.
Que cuidados y magnífica atención nos prodigaron a mí y otros niños en iguales circunstancias y mientras nos consolaban con palabras que nos dieron seguridad y confianza, nos acomodaron en las mesas donde nos agasajaron para reconfortarnos con un delicioso jugo y un sabrosísimo sándwich, hasta que llegaban por cada niño extraviado sus apurados familiares.
Qué gran organización y qué gratos momentos pasamos con sus atenciones que nos dieron tranquilidad, felicidad y el deseo ferviente de asistir nuevamente el próximo año..…
Reporteó su cansado, pero efusivo servidor Trobonito.